Este artículo de Kirsi Sormunen nos presenta una realidad más viva que nunca y desde luego estoy de acuerdo con lo que dice porque es una evidencia que constatamos a diario cada uno de nosotros en nuestra vida cotidiana; ahora bien, simplemente quisiera introducir la reflexión de que lo que hagamos en el tiempo libre que nos deja las nuevas tecnologías de la comunicación puede jugar en contra de un desarrollo sostenible; por tanto, yo añadiría a todo lo que se dice a continuación que la educación y los valores son la piedra angular que debe estar de fondo para que las nuevas tecnologías permitan trabajar en pro del desarrollo sostenible. Sin más, os dejo con Kirsi Sormunen:
No hace mucho tiempo, la idea de que cientos de millones de personas tuviesen un terminal móvil parecía una utopía. El hito de los 100 millones de abonados a móviles se alcanzó a mediados de los años 90, los 500 millones en el año 2000, 3.000 millones en 2007 y ahora hemos superado ya los 4.000 millones. La tecnología móvil ha tenido una repercusión esencial en la vida de muchas personas, especialmente en los países en vías de desarrollo. La infraestructura de red móvil, más sencilla y menos costosa que la de la telefonía fija tradicional, ha contribuido a reducir la brecha digital, y ha proporcionado una herramienta de comunicación a los habitantes de las zonas rurales.
Se está demostrando también que las tecnologías de la información y la comunicación, incluida la tecnología móvil, pueden ayudar a combatir el cambio climático. Los nuevos métodos de trabajo, como la videoconferencia y el teletrabajo, reducen la necesidad de desplazamiento, contribuyendo a un menor nivel de emisiones de CO2.
Además, los móviles ya no son sólo teléfonos, sino también soluciones multiuso que incluyen diversas funciones, como despertador, radio, vídeo, cámara, reproductor MP3 y sistema de navegación. La combinación de diversos productos en uno solo y la sustitución de productos físicos por bytes (por ejemplo, la descarga de música u otros servicios de forma inalámbrica) resulta eficiente desde el punto de vista de los materiales y la energía.
Descargar y escuchar música desde servicios de internet representa un consumo de hasta un 80% menos de energía que la producción y la distribución de música a través de los canales tradicionales. La navegación por internet y la consulta del correo electrónico en un terminal móvil requieren un 3% de la energía utilizada por un ordenador portátil.
Resulta sorprendente (y alentador) el hecho de que este tipo de pequeñas cosas cotidianas pueda representar una gran diferencia si las hace un número suficiente de personas. Hemos calculado lo que supondría si tan sólo un 10% de las personas que utilizan dispositivos Nokia en todo el mundo hiciera lo siguiente durante un año:
- utilizar su móvil para asistir a una reunión en lugar de volar hasta el lugar de la reunión;
- usar el móvil para trabajar a distancia una vez por semana en lugar de acudir en coche al trabajo;
- utilizar su terminal en lugar de otro reproductor de música, cámara, grabadora de vídeo, teléfono fijo, ordenador o navegador de coche.
Sólo con estas tres sencillas acciones podríamos reducir las emisiones mundiales de CO2 en más de 170 millones de toneladas. Para que nos hagamos una idea, eso es aproximadamente la mitad de las emisiones anuales de España.
Se derrocha mucha energía dejando en modo de espera los aparatos electrónicos en el hogar. En la última década, hemos reducido el consumo en espera de nuestros cargadores hasta un 95%. Si los usuarios de móviles colaboraran también desenchufando el cargador una vez que se hubiese cargado su dispositivo, el ahorro sería aún mayor. Si tan sólo una cuarta parte de los usuarios de móviles hiciera esto, se ahorraría suficiente energía para abastecer a un mínimo de 100.000 hogares europeos al año.
La navegación GPS nos ofrece otro ejemplo interesante. Según un estudio realizado por nuestra filial Navteq (Estudio sobre las Ventajas de la Navegación de Navteq), los conductores que utilizan habitualmente un sistema de navegación GPS no sólo conducen una menor distancia y pasan menos tiempo al volante, sino que además consumen menos combustible, lo que reduce sus emisiones de CO2. La amplia disponibilidad y uso de servicios de navegación ofrece, por tanto, comodidad y eficacia en los viajes o desplazamientos por carretera, y también puede resultar beneficioso para el medio ambiente.
Nokia tiene la fortuna de trabajar en un sector cuya huella ecológica es bastante baja. Sin embargo, una posición de liderazgo exige responsabilidad. Nuestro objetivo es ser una empresa líder en eficiencia ecológica y ofrecer productos y soluciones que permitan unas opciones sostenibles. Nuestra labor ambiental se basa en la consideración del ciclo de vida completo de los productos, de principio a fin. Esto se refleja en cada uno de los aspectos de nuestra empresa y es fuente de nuevas innovaciones. Ahora que nuestro foco de atención se está desplazando cada vez más hacia el software y los servicios, estamos buscando nuevas formas de utilizar la tecnología móvil para contribuir más al desarrollo sostenible.
Se necesitan decisiones políticas no sólo para regular las emisiones, sino también para animar a las empresas a invertir en nuevas tecnologías. También se necesitan empresas que vean el reto de la sostenibilidad como una oportunidad de negocio. Pero las decisiones que tomamos todos nosotros en nuestra vida diaria son muy importantes: mil millones de pequeños cambios pueden representar una gran diferencia. Como demuestran nuestros ejemplos, la tecnología móvil puede desempeñar una importante función a la hora de posibilitar y promover unas opciones sostenibles.
Kirsi Sormunen - Vicepresidenta directora de Sostenibilidad de Nokia 10/05/2010
imágen: sapereaude3.blogspot.com